Marzo 22, 1927.
Amar, llorar,reír, sufrir, ser... ESTAR.

A lo largo y ancho del mundo, aficiones enteras desbordan más pasión de lo normal el mismo día todos los años. Siempre es igual, concentran toda su energía en celebrar su IDENTIDAD el día en que se fundó su club.

Como el cumpleaños de un ser querido, la fecha de fundación de un equipo es parte fundamental del SENTIMIENTO DE PERTENENCIA, que lo liga a uno con el club de sus amores para toda la vida.

Para variar, en Nuestro Cruz Azul esto no ha resultado así del todo. En el poco o mucho camino recorrido que llevamos como Enamorados de ésta Institución, no recordamos un pronunciamiento oficial por parte del club sobre el tema. (hasta ahora, 2013)

Medios deportivos y afición en general nos dejamos llevar por lo que decía desde siempre, y hasta hace poco, una página editable por cualquiera como Wikipedia al sentenciar que fue un ‘22 de Mayo’ cuando nació el equipo, y no un 22 DE MARZO DE 1927 como lo dice la PÁGINA OFICIAL DE LA COOPERATIVA (http://www.cruzazul.com.mx/2008/nuestraPasion/historiaNuestraPasion.aspx), además de libros editados por la misma como “El Orgullo de Ser Azul” de 2005 y "De Sangre Azul" del periodista León Krauze.

Hermosa casualidad que, precisamente un 22 de Marzo, tuviéramos por fin la oportunidad de hacer el recorrido guiado por el Salón de La Fama en La Noria y confirmar lo anterior.


¿A qué vendría un hombre a la existencia terrenal si no fuera para abrazar a la pasión? Cuál sería la razón de una santa mujer si no la movilizara la lucha.

Imagínate tu vida. Igual. Exacta a la de ahora. Idéntica, eh. No le toques nada, mantenla tal cual. Pero a esa vida; la tuya, la de hoy, ésta que te tocó, o elegiste, o lo que sea, sácale todas las tardes que veniste al Estadio Azul.

Piensa que no te trajeron por primera vez, que no festejaste la liguilla del 97, que no lloraste la final del 99, que las libertadores no empezaron acá, que no viniste en las otras finales, que no lo viste como está ahora, sobre todo que no viniste en todos los demás partidos intermedios entre todos estos que te cuento, esos de inicio y mitad de torneo en que no se jugaba nada.

Piensa que no te hubieras ilusionado con nada, que nadie se te habría cagado de risa en tu cara también. Piensa que no hubieras cruzado la ciudad desesperadamene porque llegabas tarde. Piensa que no la conociste a Ella o a Él. Piensa que nunca te hubieras tomado esas cervezas con los amigos, esperando a entrar. Piensa que jamás... cosiste ese trapo, armaste tú bandera. Piensa, imagínate, sigue carburando. ¿Cómo sería la vida, tal cual la tienes, exactamente igual a la de ahora, pero sin el Estadio Azul?

Que no estarías hoy, que no hubieras venido ayer. Que tus papás no te trajeron. Que, años después, no trajiste a tus hijos. Que no tendrías el abono en la cartera, ni el tatuaje en la piel, ni la foto enmarcada, ni la bandera en tu casa. Piensa un ratito en tu vida sin venir al estadio.

Hay madres y padres que se hicieron novios y esposos dentro de los grupos de animación y al día de hoy siguen sin faltar con sus hijos. Hay otros que se ven con su hijo solo para venir a la cancha. Y no sé si es lo ideal, no existe la escuela de padres, y a mí me gustaría ser bastante mejor hijo de lo que soy. Así que no me da la cara para evaluar a nadie, pero hay casos que ese encuentro solo se da una vez cada tanto para venir al estadio.

Y aunque sea para eso, también sirve el Estadio Azul. Porque le marcaste los labios en la mejilla de mamá y te pasaste la tarde entera con tu papá viniendo a alentar/enojarte con La Máquina. 

Entonces. Entonces quizá, podrías tener otro trabajo. Vivir en otra casa, más chica o más grande. Podrías ser jefe o trabajador. Podrías tener título universitario o la prepa, de menos. Podrías. Con lo que te hubiera tocado, podrías... Pero sin venir a tu Estadio Azul, no hubiéses podido.




  

{+} ...Enamorados de CRUZ AZUL